MIS QUERIDOS AMIGOS DEL CANAL CAMBALACHE3 EN ESTA OCASIÓN
TENGO EL INMENSO PLACER DE HABLAROS DE UNO DE LOS PRODUCTOS MÁS TÍPICOS QUE
TENEMOS EN ESPAÑA CONCRETAMENTE EL JAMÓN.
EN ESTE CASO OS HABLARÉ DEL JAMÓN SERRANO, HAREMOS UN
UNBOXING O DESEMPAQUETADO DE UN JAMÓN SERRANO DE LA MARCA NAVIDUL Y OS HABLARÉ
DE COMO COLOCARLE EN UN JAMONERO, LAS HERRAMIENTAS DE CORTE QUE SE NECESITAN Y
COMO COMENZAR A LIMPIAR Y A CORTAR UN JAMÓN EN ESTE CASO SERRANO DE LA MARCA
NAVIDUL.
ESPERO QUE OS GUSTE ESTE VÍDEO Y QUE APRENDÁIS QUÉ HACER
CUANDO COMPRAMOS UN JAMÓN Y LO LLEVAMOS A CASA.
OS MANDO UN ABRAZO MUY FUERTE OS DOY LAS GRACIAS POR TANTOS
COMENTARIOS QUE ME MANDÁIS TAN BONITOS GRACIAS POR VUESTRAS MANITAS ARRIBA Y
POR SUPUESTO GRACIAS POR SUSCRIBIROS A MI CANAL CAMBALACHE3.
Cortar un jamón
parece una tarea
complicada, pero nada más allá de la realidad. En solo diez pasos podrás cortar
un jamón como un profesional. Empieza la cuenta atrás:
Empezaremos por la maza,
colocando el jamón con la pezuña hacia arriba. Así, se nos queda la maza del
jamón mirando hacia nosotros y la contramaza hacia abajo. El codillo se ubica
en la parte alta de la pieza, bajo la pezuña. La punta es la parte final
del jamón al otro lado de la pezuña.
Sujeta el jamón con
firmeza en el jamonero. Comprueba que el jamón no se mueve y que está situado a
una altura que te permita cortar de forma cómoda. ¿Ya? Seguimos…
Los cuchillos entran en
acción. Con el cuchillo grande perfila la caña rodeándola con el filo. Deberás
marcar un corte perpendicular a la pata, 2 centímetros por
debajo del hueso que sobresale de la caña, conocido como corvejón.
Tras esto, haz un corte
profundo hasta el hueso. Corta una porción en forma de cuña, unos dos dedos por
debajo de la línea marcada en diagonal. Gracias a esta forma de corte podrás
empezar degustando el codillo al dar la vuelta al jamón para cortarlo por la
contramaza.
Limpia de corteza y grasa
amarilla la parte que tengas previsto cortar. Esto evitará el sabor a rancio en
las lonchas que cortes. Además es aconsejable descortezar a medida que avances
con el corte, ya que así el jamón no se seca. Por cierto, descortezar no significa eliminar
todo el tocino que cubre el jamón. Deja entre 1 y 2 cm de tocino “arropando” el
jamón, y reserva dos lonchas largas de tocino para cubrir el corte cuando
termines.
Hay una única dirección
correcta, y es la que marca el eje del jamón. Teniendo esta referencia, empieza
a cortar desde la parte más alta de la pieza. A medida que avances te irás
acercando al hueso. Avanza siempre con pulso firme y con el cuchillo jamonero
bien sujeto. Aunque no parezca importante, debes mantener un corte visualmente
recto.
¿Y los huesos? Al cortar la parte de la maza, el primer
hueso que te encuentras es la cadera, que aparece al final de la loncha. Debes
rodearlo con el cuchillo corto de deshuesar, lo más cercano al hueso pero sin
cortarlo. ¡Cuidado! Si cortas el hueso al lonchear, encontrarás esquirlas en la
loncha.
Si continúas con el corte darás con el hueso inferior del
jamón: el fémur. Separa el magro de la punta ósea que sobresale, a ras del
hueso. Debes recorrerlo con la hoja del cuchillo. Evita pinchar el jamón más de
lo que necesites, así evitas que se oxide.
Con la pezuña hacia abajo, la superficie que queda al corte
se denomina “contramaza” o “babilla”. El corte hay que empezarlo desde la parte
más alta del jamón y en paralelo al corte que has hecho en la maza. No olvides
limpiar lo que necesites de grasa amarilla y corteza.
Desde los primeros cortes vas a encontrar el hueso de la
rabadilla, situado en la punta del jamón. Al otro lado de la loncha aparecerá
el hueso de la rótula. Rodéalos con el cuchillo de deshuesar; obtendrás lonchas
finas y mantendrás el corte recto.
Las lonchas de la babilla son más magras y sus bordes más
consistentes por la mayor curación y menor proporción de tocino protector. Irá
aumentando la superficie de hueso a medida que avances. ¡Ojo! Cuando te sea
difícil obtener lascas regulares, es el momento de dejar de cortar.
Vamos terminando. Cuando ya no puedas sacar más lonchas
regulares porque los huesos no te lo permiten siguiendo el corte en recto,
puedes lonchear (literalmente) el jamón y obtener algunas raciones más.
Puedes aprovechar el magro que queda en el jamón para
hacer taquitos ibéricos. Los huesos los puedes aprovechar para dar sabor a los
cocidos, pucheros y caldos. Serrando los huesos en trozos del tamaño de un
puño, puedes congelarlos en casa para utilizarlos en distintas ocasiones. Ya
sabes lo que se dice… del cerdo se aprovecha ¡TODO!